Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las causas más comunes de la infertilidad femenina son en un 30-36% los problemas en las trompas uterinas (infecciones, cirugías…), seguido de un 25-33% por los trastornos de la ovulación y en un 6%, la endometriosis.
Existen muchos factores que influyen en la calidad de los óvulos, el más importante la edad. Pero, ¿Qué son los óvulos realmente y para qué sirven? Sigue leyendo si quieres tener toda la información.
¿Qué son los óvulos?
Los óvulos son las células sexuales femeninas (o gametos femeninos). Son células microscópicas (aunque mucho más grandes que los espermatozoides), esféricas e inmóviles.
Cada mes (cada 28 días aproximadamente), desde la pubertad hasta la menopausia, varios óvulos comienzan a madurar en los ovarios dentro de pequeños «quistes» llenos de líquido denominados folículos primordiales, en un proceso que se denomina ovogénesis.
Sólo uno de estos folículos (que contienen un óvulo) se convertirá en dominante, mientras que los demás se atrofian y son absorbidos por el propio ovario, no pudiendo ser reutilizados en el futuro.
Aproximadamente hacia la mitad del ciclo menstrual de la mujer, el folículo dominante liberará un solo óvulo durante el momento de la ovulación, que viajará por las trompas de Falopio.
El óvulo permanece en las trompas unas 24 horas. Si pasado este tiempo no ha sido fecundado por un espermatozoide, el óvulo muere y se desprende junto al endometrio, como parte de la menstruación.
En cada óvulo encontramos un solo conjunto de cromosomas haploides, lo que quiere decir que solamente contienen la mitad de cromosomas de una célula somática normal, esta es la característica que permite la reproducción sexual en humanos, ya que el espermatozoide también contiene únicamente la mitad de cromosomas (es otra célula haploide).
Cuando ambas células se fusionan se restaura el número de cromosomas “normales” (diploide) en el cigoto resultante. Este cigoto tiene entonces el potencial de desarrollarse dentro del útero de la mujer, mediante un proceso conocido como embriogénesis y, si todo va bien, esta maravillosa danza celular resultará en un precioso bebé sano en los próximos 9 meses.
El óvulo es además la célula más grande del cuerpo humano, con un diámetro similar al grosor de un cabello humano, está rodeado por una capa de células conocida como “corona radiada” y una capa externa denominada “zona pelúcida”. Estas capas extra impiden la entrada de nuevos espermatozoides al óvulo una vez que el primero lo ha penetrado.
Debido a todo lo que acabamos de ver, la fertilidad de la mujer está ligada tanto al buen funcionamiento de los ovarios (ya que es donde se forman los óvulos) como a un correcto nivel hormonal, ya que todos los proceso que se llevan a cabo en el cuerpo durante el ciclo menstrual, son dirigidos por las hormonas. Por esa misma razón, podemos mejorar nuestros niveles de fertilidad implementando hábitos de vida saludable, si estos no funcionan, será entonces el momento de acudir a una clínica de reproducción asistida como Fertilab Barcelona.
¿Cómo es un óvulo? Partes del óvulo:
El óvulo se compone de diferentes partes que le permiten cumplir con su función reproductiva, entre estas partes se encuentran las membranas que ya hemos visto, pero también otras muchas que son de vital importancia:
Corona radiata
La corona radiata es en realidad una estructura que envuelve al óvulo y se compone de células foliculares, la función de estas células es acompañar al óvulo en su desarrollo, protegerlo y nutrirlo mientras se encuentra dentro del ovario.
Cuando el óvulo madura y es liberado a la trompa de Falopio, las células de la corona radiata se separan de él, actuando entonces como una barrera semipermeable que regula la entrada y salida de sustancias.
Membrana plasmática
Debajo de la corona radiata se encuentra la membrana plasmática, que también envuelve el óvulo y tiene como objetivo apoyar el desarrollo y el crecimiento del embrión contenido en el óvulo.
Zona pelúcida
La zona pelúcida, que ya hemos visto un poco más arriba, está situada justo después de la membrana plasmática y se compone principalmente de proteínas. Su principal objetivo es regular la interacción de los espermatozoides con el óvulo.
Citoplasma y vitelo
El citoplasma es la zona interna del óvulo y se compone de múltiples estructuras como son el núcleo, los ribosomas o las mitocondrias, estructuras clave para el correcto funcionamiento y la supervivencia del óvulo.
Por otro lado, la sustancia que conforma el citoplasma recibe el nombre de vitelo o yema y es la sustancia destinada a proporcionar los nutrientes que el embrión necesita en las primeras etapas de su desarrollo. Cuando el vitelo o la yema se agotan, el embrión precisa de fuentes de alimento externas, y es aquí donde la placenta cobra especial importancia.
Dentro del citoplasma del óvulo, encontramos otras estructuras muy importantes:
- Gránulos corticales: Son pequeñas estructuras que contienen enzimas y proteínas, que se liberan cuando el espermatozoide entra en contacto con el óvulo. Su objetivo es prevenir que un solo óvulo sea fecundado por varios espermatozoides (poliespermia). Otro de sus objetivos es la activación del óvulo que da lugar a la división celular que finalmente formará el embrión.
- Núcleo: El núcleo es la parte del óvulo que contiene la información genética de la mujer, cuando esta información se combina con la del hombre nace el embrión, que contiene la información genética de ambos padres.
- Mitocondrias: Las mitocondrias se encargan de proveer de energía a la célula, cada óvulo contiene una gran cantidad de mitocondrias y estas son heredadas exclusivamente de la madre.
¿Cuáles son las funciones del óvulo?
Ahora que hemos visto qué son los óvulos, vamos a ver qué funciones cumple esta célula tan importante en la reproducción:
Fertilización:
La principal función del óvulo es ser fecundado por un espermatozoide. Cuando el espermatozoide penetra al óvulo, se fusionan los núcleos de ambas células creando así el cigoto, que es la célula inicial del nuevo organismo humano.
Transportar la mitad de la información genética:
El óvulo es quien aporta la mitad de la carga genética necesaria para crear un nuevo individuo. Los cromosomas incluidos en el núcleo del óvulo son los que determinan los rasgos que hereda el futuro bebé, como por ejemplo: la altura o el color de ojos, pero también la predisposición a sufrir ciertas enfermedades.
Esta es la razón por la que cuando una mujer desea donar sus óvulos, debe someterse a rigurosas pruebas médicas y genéticas, así como conocer el historial genético de su familia, así podemos prevenir desde la clínica cualquier tipo de problema genético en la fiv con óvulos donados.
La ovodonación fiv con óvulos de donante, consiste en una técnica de reproducción asistida, donde se busca lograr el embarazo de la mujer donante mediante esperma (que puede ser de su pareja) combinado con óvulos de una mujer donante, el embarazo y el parto los llevará a cabo la mujer receptora, que será considerada como la madre biológica del niño en todos los aspectos, incluido el legal.
Suministra la energía inicial
Como hemos visto, las mitocondrias, que se encuentran en el citoplasma del óvulo, contienen la energía necesaria para nutrir al embrión durante su primer periodo de desarrollo. Recordemos que la descendencia hereda el material genético mitocondrial únicamente de la madre.
Regularizar la interacción con los espermatozoides
Durante mucho tiempo se pensó que el óvulo jugaba un papel totalmente pasivo durante la reproducción sexual; sin embargo, ya hemos visto que la zona pelúcida se encarga de evitar la entrada de múltiples espermatozoides, asegurando así el éxito de la fertilización y una mayor integridad genética.
¿Cómo afecta la reserva ovárica a la fertilidad?
La cantidad de óvulos femeninos se denomina reserva ovárica y viene determinada desde antes del nacimiento de una mujer. De hecho, el momento en que más folículos primordiales se tiene (cerca de 7 millones de folículos) tendrá lugar 20 semanas antes de su nacimiento.
A partir de ese momento, el número de folículos se irá reduciendo en número, contando con aproximadamente 2 millones de folículos primordiales el día del nacimiento y con cerca de 400.000 en la primera menstruación.
La valoración de la reserva ovárica de una mujer es de gran importancia a la hora de hacer un estudio de fertilidad, de cara a evaluar el pronóstico reproductivo de cada paciente.
Principales problemas de óvulos
Los ovarios son parte del sistema reproductivo de la mujer, y sirven para producir y almacenar los óvulos. Durante la ovulación, un ovario libera un óvulo. Como ya hemos dicho anteriormente, si el óvulo es fecundando por un espermatozoide, puede producir un embarazo.
Además, los ovarios también producen las hormonas femeninas estrógeno y progesterona. Cuando una mujer pasa por la menopausia, sus ovarios dejan de producir estas hormonas y de liberar óvulos. Pero, ¿Qué pasa cuándo una mujer tiene problemas de óvulos y cuáles son los más habituales?
- Mala calidad y poca cantidad de óvulos: la calidad y cantidad de óvulos que los ovarios producen disminuye considerablemente después de los 35 años.
- Síndrome de ovarios poliquístico: es la patología neuro-endocrino-metabólica más común en mujeres en edad reproductiva. De hecho, un 10% de las mujeres en España sufren este trastorno. Se da cuando los ovarios producen más hormonas masculinas de lo normal, lo que provoca la aparición de quistes ováricos y puede dificultar las posibilidades de quedarse embarazada. El síndrome de ovarios poliquísticos se caracteriza por desequilibrios hormonales y patrones de ovulación impredecibles. Puede provocar también dolor pélvico, exceso de vello o calvicie o acné.
- Anovulación: los ovarios de la mujer no son capaces de liberar ningún óvulo en ningún momento del ciclo menstrual y, por tanto, no podrá producirse la fecundación. Puede surgir a causa del estrés, del exceso de ejercicio físico o la pérdida de peso.
Ovodonación: ¿para qué sirven los óvulos?
Los problemas en los óvulos pueden acarrear en algunas mujeres importantes dificultades para quedarse embarazada. De hecho, para muchas la donación de óvulos es la única oportunidad de formar una familia.
Donar óvulos permite dar la oportunidad a mujeres que no pueden tener hijos de gestar un embrión por sí mismas, fruto de los óvulos de una donante. Es un proceso por el cual una mujer dona, de manera anónima y altruista, alguno de sus óvulos para que otra mujer pueda tener un hijo que no puede tener de forma natural, ya sea por motivos de edad, enfermedad o por no responder a otros tratamientos de fertilidad.
En definitiva, la fecundación in vitro con ovodonación es una técnica de reproducción asistida sencilla y altamente eficaz.
¿Quieres convertirte en donante de óvulos? Si es así, debes hacerlo con todas las garantías. En Fertilab Barcelona nos encargamos de que así sea cuidando de ti durante todo el proceso.
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Ahora que ya sabes qué son los óvulos y para qué sirven, ayuda a otras mujeres o parejas a hacer realidad su sueño de tener un bebé.
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