Las infecciones vaginales son un problema más común de lo que muchos creen, ya que la mayoría de las mujeres las padecen, al menos, una vez en la vida. Aunque no están consideradas como afecciones graves, lo cierto es que llegan a ser realmente molestas. Pero, ¿Cómo tratarlas? Los óvulos para infecciones son la mejor solución. ¿Sabes cómo y cuándo utilizarlos? En Fertilab Barcelona te lo contamos.
Principales causas de las infecciones vaginales
La toma de antibióticos, el embarazo, la diabetes o el uso de jabones o perfumes excesivamente agresivos para la zona, entre otras cosas, pueden propiciar un desequilibrio de la flora natural de la vagina, generando así una infección.
En la vagina vive un conjunto de microorganismos que forman la flora o microbiota vaginal, que juega un papel clave en el mantenimiento de la salud de esta zona íntima. Sin embargo, ésta puede verse afectada. Los principales factores son los siguientes.
- La edad de la mujer. La flora sufre un deterioro a lo largo de los años y, especialmente, durante la menopausia y la postmenopausia.
- Las diferentes fases del ciclo menstrual causan variaciones en las hormonas y el pH.
- El uso de algunos anticonceptivos.
- Hábitos higiénicos inadecuados.
- Toma excesiva o incorrecta de medicamentos antibióticos.
- Una dieta inadecuada demasiado rica en azúcares o en hidratos de carbono puede favorecer el crecimiento de bacterias patógenas en el tracto intestinal y urinario.
- El uso de ropa interior demasiado ceñida o de tejidos no transpirables irritan el área de la vagina.
Tipos de infecciones vaginales
¿Conoce los distintos tipos de infecciones vaginales que existen? Estas son algunas de las más frecuentes.
- Clamidia: enfermedad de transmisión sexual (ETS), que muchas veces es asintomática. Es importante tratarla en cuanto se detecta para evitar daños en el cuello del útero. Los síntomas más habituales son un flujo más blanquecino y con un olor diferente al habitual, dolor en la parte baja del abdomen y la vagina y sangrado durante las relaciones sexuales.
- Candidiasis: el uso prolongado de antibióticos, el embarazo, la diabetes mal controlada, trastornos del sistema inmunitario, un aumento de los niveles de estrógeno o la actividad sexual pueden ser los causantes. También el uso de algunos jabones o geles que alteran el pH. Es una de las infecciones vaginales más habituales. El flujo vaginal tiene un aspecto blanquecino y espeso y los síntomas son irritación, ardor y picor en la zona de la vulva, sobre todo al mantener relaciones sexuales.
- Vaginosis bacteriana: se atribuye a un desequilibrio en la flora bacteriana de la vagina. Los síntomas característicos son un flujo abundante de color entre blanquecino y amarillento y con un olor intenso, picor y molestias incluso al orinar.
- Vaginitis tricomoniasis: está causada por un parásito, que no forma parte de la microbiota de la zona, y se transmite durante la relación sexual. Se diagnostica de forma fácil, y los síntomas que la caracterizan son la presencia de un flujo de color amarillo verdoso con un olor intenso, picazón y dolor al orinar.
Uso de óvulos para infecciones
Uno de los principales usos de los óvulos vaginales es para tratar las infecciones vaginales. Éstos son una preparación sólida con forma ovalada que se inserta en la vagina. Suelen ser elaborados con aceite sólido y la medicina que incorporan queda liberada en la vagina a medida que el óvulo se funde con la temperatura corporal.
Los óvulos vaginales actúan directamente sobre el punto en el que radica el problema de la infección. Además, tienen resultados prácticamente inmediatos, y los efectos se notan en las primeras 24 horas.
Tipos de óvulos para infecciones
Los óvulos vaginales son medicamentos que contienen antibióticos y bacterias vivas (probióticos) fabricados con forma ovalada para facilitar que puedas introducirlos en la vagina. Por lo tanto, pueden diferenciarse dos tipos:
- Medicamentos: contienen principios activos indicados para tratar la infección por hongos, candidiasis e infecciones producidas por virus, bacterias y levaduras.
- Probióticos: están compuestos de bacterias vivas que son beneficiosas para la flora vaginal. Deben utilizarse como complemento al tratamiento médico o como medida profiláctica, es decir, para mejorar la eliminación de la infección vaginal mediante los medicamentos o bien para evitar de nuevo la aparición de dicha infección.
Otros usos de los óvulos vaginales
Aunque se emplean de forma habitual para paliar las infecciones vaginales originadas por hongos o bacterias o para evitar su aparición, los óvulos vaginales se emplean también para otros fines. Uno de ellos son los tratamientos de reproducción asistida.
Cuando una mujer va a someterse a un tratamiento de fertilidad puede ser necesario administrar medicamentos para estimular los ovarios. La forma más habitual de administrar la progesterona, que tiene como función provocar una maduración de las células endometriales y que el endometrio se vuelva así receptivo para que los embriones se puedan implantar, es a través de óvulos vaginales.
Igualmente, en ciclos de ovodonación y de adopción de embriones, lo habitual es utilizar medicación hormonal a base de estrógenos y progesterona para conseguir un endometrio adecuado. En estos casos los óvulos vaginales se vuelven parte del tratamiento.
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