Imágenes perfectas repletas de felicidad, parejas contentas en todo momento, familias numerosas, la primera prueba de embarazo positiva o los emocionantes anuncios familiares cargados de ilusión en un camino fácil y directo hacia la maternidad… Es imposible que esto no te suene porque nos lo muestran continuamente. Sin embargo, no siempre es así.
El camino hacia la maternidad o la paternidad no siempre es sencillo, y ese ansiado positivo puede tardar en llegar. Lograrlo depende de una gran cantidad de variables, uno de los más importantes tiene que ver con la alimentación y la salud reproductiva. ¿Quieres saber cómo pueden influir en tu deseo de tener un bebé? Te lo contamos.
¿Qué es la salud reproductiva?
Lo primero de todo es entender realmente qué es la salud reproductiva. Este término abarca no sólo la capacidad de reproducirse, sino también la salud general y el bienestar en relación con el sistema reproductivo.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud reproductiva como un estado de completo bienestar físico, mental y social en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.
Por ello, este concepto trasciende la mera biología. Por ejemplo, una salud reproductiva óptima implica también que las personas puedan disfrutar de relaciones sexuales satisfactorias y seguras, puedan ejercer sus derechos reproductivos, y tienen acceso a información y educación sobre sexualidad.
Por supuesto, no nos podemos olvidar que la salud reproductiva está estrechamente relacionada también con la fertilidad de las personas. Mantener hábitos saludables, realizar chequeos médicos regulares y estar informado sobre el ciclo reproductivo puede mejorar las posibilidades de concepción.
¿Cómo afecta la alimentación a la salud reproductiva?
El estilo de vida juega un papel clave en la salud reproductiva. Llevar una vida activa y realizar ejercicio de forma regular contribuye a mantener un peso saludable, lo que puede favorecer la fertilidad tanto en hombres como en mujeres. Sin embargo, un Índice de Masa Corporal (IMC) menor de 18,5 o mayor de 25 puede influir negativamente a la hora de quedarse embarazada.
Tanto las mujeres con obesidad como con bajo peso pueden sufrir alteraciones en la menstruación, lo que puede acarrear más dificultades a la hora de lograr un embarazo.
Es por esto precisamente por lo que una buena alimentación es fundamental para conseguir una buena salud reproductiva. Mantener una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables, proporciona los nutrientes necesarios para el funcionamiento óptimo del sistema reproductivo.
Una dieta equilibrada y rica en nutrientes puede ayudar a regular las hormonas, promover la ovulación regular y mejorar la calidad del esperma. Además, una buena alimentación puede ayudar a prevenir enfermedades que pueden afectar la fertilidad, como la diabetes y la obesidad.
Por el contrario, una dieta rica en alimentos procesados, grasas saturadas y azúcares afectará negativamente a tu fertilidad. Estos mismos son los efectos del consumo de alcohol, con una gran incidencia en la capacidad reproductiva de hombres y mujeres.
Por ello, si estáis buscando tener un bebé, no os podéis olvidar de cuidar vuestra alimentación. Lo que coméis es mucho más importante de lo que creéis.
¿Qué alimentos tomar para cuidar la salud reproductiva?
A través de una dieta y un estilo de vida saludables, puedes mejorar mucho la condición general de tu cuerpo, preparándolo para concebir. de hecho, existen alimentos que ayudan a estimular la ovulación y mejorar la fertilidad. Estos son algunos de los nutrientes que debes incluir en tu dieta si buscas un bebé.
- Ácido fólico: El ácido fólico destaca como uno de los nutrientes más importantes en la dieta de una mujer que busca quedarse embarazada. Entre los alimentos más ricos en ácido fólico están verduras de hoja verde como las espinacas, las acelgas o las berzas; legumbres como las lentejas o los garbanzos; además del aguacate, el brócoli o las coles de bruselas.
- Zinc: Este nutriente es crucial para la producción de hormonas sexuales y la calidad del esperma en los hombres. Las fuentes ricas en zinc incluyen carnes magras, mariscos, nueces y semillas. Por su parte, las mujeres también se benefician del zinc, ya que contribuye a la ovulación y el equilibrio hormonal.
- Omega-3: Estos ácidos grasos pueden mejorar la calidad del esperma, regular los ciclos menstruales y promover la ovulación. Se pueden encontrar en pescados grasos como el salmón, las nueces y las semillas de chía.
- Vitamina D: Tiene efectos positivos tanto en la fertilidad del hombre como de la mujer, ya que mejora la calidad de los espermatozoides y a la vez mejora las condiciones para la implantación embrionaria. Puede encontrarse en pescados grasos, yema de huevo y productos lácteos fortificados.
- Antioxidantes: Son importantes porque protegen las células reproductivas del daño oxidativo. Además, los antioxidantes también tienen un papel fundamental en la fertilidad masculina, ya que contribuyen a tener una buena calidad del semen. Naranjas, espinacas, tomates, salmón, huevo, brócoli, sardinas, nueces o avena son algunos de los alimentos más ricos en antioxidantes.
A pesar de seguir estas recomendaciones nutritivas, no todas las mujeres consiguen un embarazo de forma natural y deben recurrir a técnicas de reproducción asistida. Si tu salud reproductiva goza de un estado óptimo, tú puedes ayudar a mujeres y parejas a cumplir su deseo de tener un bebé. ¿Cómo? A través de la donación de óvulos.
En Fertilab Donantes contamos con más de 20 años de experiencia en programas de donación de óvulos, ponte en contacto con nosotros y resolveremos todas tus dudas sobre este proceso, que te permitirá cumplir el deseo de otra mujer de convertirse en madre.